La igualdad de género, una de las piedras angulares de la sostenibilidad en Abadía Retuerta

La publicación del último informe de RSE (Responsabilidad Social Empresarial) de la compañía pone de manifiesto el concienzudo trabajo realizado en materia de igualdad en los últimos años. Como explica Ana Hernández, responsable del departamento de Personas y Organización, se ha ido siempre por delante de las exigencias que marca la ley.

Abadía Retuerta LeDomaine creó su primer Plan de Igualdad en 2016, cinco años antes de que existiera una obligación legal para empresas de su tamaño. “Nos hemos adelantado por convicción propia”, señala Ana Hernández. Era la única mujer en el equipo directivo de Abadía Retuerta LeDomaine cuando se incorporó a la compañía en 2015. Ahora son cuatro.

“En 2017 creamos el registro salarial y un procedimiento de estructura de salarios, que define la remuneración salarial en base a los puestos de trabajo y a las bandas salariales plasmadas en nuestro mapa de puestos. Un sistema asentado en la objetividad y en criterios medibles y definidos, que aporta por ello ecuanimidad y un criterio en la toma de decisiones respecto a contrataciones y promociones. Para nosotros lo importante es la persona, sus cualidades, competencias y valores; no distinguimos entre género”, explica.

El ámbito de actuación, sin embargo, va más allá de lo puramente salarial o incluso del entorno de la empresa, ya que incluye una política activa de conciliación, así como campañas de prevención del acoso laboral y sexual, contra la violencia de género o de corresponsabilidad. Existe incluso un protocolo de comunicación de lenguaje no sexista. Lo que se busca en el fondo es que se interioricen todos estos valores.

Transformación cultural

Y las cosas, según cuenta Ana, están evolucionando. Aunque las bodegas siguen siendo un sector bastante masculinizado, especialmente la parte de campo y producción, cada vez se ven más mujeres que optan a este tipo de puestos. “Nuestro último operario de logística, por ejemplo, es mujer”.

El objetivo de futuro ahora es la trasformación cultural que, en Abadía Retuerta LeDomaine, se entiende como sostenibilidad. Y esto implica un compromiso con los colaboradores en el ámbito de la igualdad y de la conciliación y por impulsar su crecimiento y su desarrollo profesional. La próxima meta es conseguir la certificación EFR (Empresa Familiarmente Responsable), un sello europeo que, nuevamente, va más allá de las medidas básicas que establece la ley o que fijan los convenios. “Se basa en el desarrollo personal y profesional de las personas (Abadía Retuerta destinó en 2019 el 0,5% de la facturación total al plan de formación), la calidad en el empleo, la flexibilidad temporal y espacial, el apoyo a la familia y la igualdad de oportunidades”, explica la responsable de Personas y Organización.

Los reconocimientos han llegado ya con el premio “Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito empresarial” que concede la Diputación Provincial de Valladolid y la distinción Óptima Castilla y León para la igualdad de género en el ámbito laboral. “Hemos destacado por nuestra labor y compromiso con el capital humano”, apuntaba el director general Enrique Valero en la introducción de la memoria (de ¡100 páginas!) de RSE. Para Ana, el apoyo de la dirección en todo este proceso es de vital importancia.

Está particularmente orgullosa del programa de trabajo a distancia que se organizó en febrero, antes y de forma independiente a la pandemia, y que posteriormente se ha ido actualizando y mejorando. Basado en la flexibilidad de horarios y la consecución de objetivos, ha sido la opción elegida por 33 miembros del equipo que, gracias a esta iniciativa, concilian satisfactoriamente su vida profesional con la personal y familiar. “Se apoya en un principio de responsabilidad; las personas son las que deciden dónde trabajar dentro del territorio nacional de forma responsable. En la conciliación, la clave es la confianza y trabajar por objetivos, no basar el trabajo en cumplir un horario”, apunta Ana.

“Hay otros elementos que no tienen un coste económico importante y que se agradecen mucho a nivel emocional como permitir tener libre la media jornada el día del cumpleaños, o el día del cumpleaños de los hijos”, añade.

Otros hitos de RSE

No hay duda de que la igualdad es una de las patas más importantes del proyecto de RSE y la que ha recibido un importante espaldarazo en 2019. Otro logro notable ha sido la obtención de las certificaciones Wineries for Climate Protection (la única específica del sector del vino en materia de desarrollo sostenible y medioambiente) y Hotel Starlight, como destino libre de contaminación lumínica. Y, por supuesto, la reducción del 25% en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Todo ello forma parte del compromiso con el legado histórico y el entorno natural de Abadía Retuerta. Lo resume muy bien Enrique Valero cuando dice: “Anteponemos los valores que priman el respeto por el entorno, la cultura y la historia, la sociedad y los colaboradores, en vez de regirnos por la consecución de resultados a corto plazo”.

La memoria de RSE de 2019 se puede descargar aquí.