Los Bravú encuentran tranquilidad e inspiración en su residencia artística en Abadía Retuerta

Inquietos y viajeros, Los Bravú han realizado proyectos artísticos en Senegal, República Dominicana o Roma. “Nos gusta mucho trabajar con la inspiración de un sitio nuevo”, cuenta Dea Gómez. “Tenemos un discurso muy propio. Reformulamos la pintura clásica, el renacimiento, el barroco…”. De ahí que su bagaje encaje perfectamente con el programa Artistas en Residencia que invita a creadores nacionales e internacionales a realizar una estancia de trabajo en Abadía Retuerta.

Licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, Dea y Diego forman un tándem tan sólido y bien compenetrado que les ha resultado muy natural desarrollar una trayectoria multidisciplinar tocando campos como la pintura y la escultura pero también el cómic o la performance.

Artistas en residencia Los Bravú

La creatividad a orillas del Duero

Su experiencia en Abadía Retuerta ha sido tan intensa y fructífera que no solo han desarrollado la obra inicialmente planeada, sino que han podido dar forma a nuevas ideas que esperan poder desarrollar en el futuro.

Su primer acercamiento a la finca fue una estancia de dos días enfocada a conocer el lugar, entender sus distintos espacios y empezar a idear las líneas maestras de la colaboración. Si bien la obra contemporánea que alberga la propiedad les pareció muy interesante, pusieron especial atención en la colección de arte clásico.

También descubrieron poderosas fuentes de inspiración, como el recuperado huerto de los monjes (“fue una maravilla poder charlar con Víctor Frechilla, su responsable”, explica entusiasmada Dea) o las aves, que son un elemento recurrente en su obra, de modo que no desaprovecharon la oportunidad de estudiar las que forman parte del ecosistema de Abadía Retuerta. Pero, por encima de todo, les fascinó la abadía como elemento que da unidad a todo el conjunto. La describen como “esa piedra inamovible en torno a la cual gira todo: las vides, el huerto…. Esta ahí tanto a nivel físico como temporal, pasa el tiempo, pero no le afecta.”

Los Bravú pintando una obra

Ora et labora

Finalmente, su elección creativa fue una obra pictórica ideada a partir de un pequeño grabado de mediados del siglo XVI situado en las escaleras de la iglesia en la que trabajaron activamente durante la semana que duró su residencia.

Los Bravú reconocen haberse sentido particularmente cómodos en el universo de Abadía Retuerta al haber encontrado aspectos que les resultan muy familiares. “Trabajamos mucho haciendo una conexión entre la mitología clásica y cómo se ha trasladado a nuestros días, y en esta ocasión hemos podido incluir la figura de Dionisio o Baco que ya hemos utilizado antes en relación con las posesiones terrenales. Aquí venía al caso por el vino y por cómo el sincretismo del cristianismo lo lleva al ritual de tomar vino en la eucaristía. También hemos incluido un grabado de Cristo, que resultaba muy apropiado porque aparecía en la obra de la iglesia que nos sirvió de inspiración. En realidad, es la primera vez que hacemos algo de temática religiosa”, señalan.

Tras las numerosas conversaciones que tuvieron con Víctor en el huerto, decidieron bautizar su pieza como Ora et Labora. “Víctor nos trasladó que la rutina de los monjes en la abadía incluía la meditación y el trabajo, pero que dentro de este último no solo contaba el hecho de trabajar en sí o el labora, sino también el disfrute. Y nos gustó mucho la idea de generar algo desde el disfrute”, explica Dea.

Los Bravú artista en Abadía Retuerta

Un remanso de paz

Los Bravú se llevan una excelente experiencia de Abadía Retuerta en la que incluyen una interesante colección de aves que esperan utilizar en proyectos futuros, pero también un estado mental. “Hemos tenido tiempo para desconectar de la rutina de la gran ciudad y para poder pensar, y de ahí han surgido chispitas de nuevos proyectos. Además, hemos podido hablar y caminar mucho, porque nosotros trabajamos mucho caminando. La tranquilidad nos ha inspirado de verdad”, cuentan.

Tanto como para anunciar su vuelta, esta vez con una creación bien diferente: un trabajo escénico pensado para ser representado en la iglesia, que les ha fascinado.